viernes, 27 de junio de 2008

mi oreja izquierda y una cebolla me salvaron la vida

tengo hambre, me se suben las agarraderas garnivoras desde el epitafio instentinal, hasta las glandulas salivares, me recruje el estomago y empiezo a ver borroso, no recuerdo cosas, no me acuerdo de mi nombre, no tengo fuerzas, no se si sere capaz de llegar a la nevera, tal vez reptando como un wormflex baboso (autohomenaje), creo que puedo conseguirlo, intentarelo, de ello depende mi vida...me tiro al suelo lateralmente, aterrizo con la oreja derecha que utilizare como chupona en el suelo de madera para coordinar los demas moviminetos de mi cuerpo desfallecido y fatrigado, inicio el viaje, me arrastro cual lombriz urbana desollandome los sombros, mis rodillas estan doloridas, cada vez tengo menos energia, la oreja derecha ya no funciona, ha perdido capacidad de succion , tengo que oscilobatir sobre mi mismo para intentar avanzar con la oreja izquierda, el eefecto de ventosa de pulpo con la izquierda da resultado, avanzo un poco mas y llego a mi destino, por fin, la nevara, hago el ultimo esfuerzo y me incorporo con todo el dolor de mi alma sobre mis debiles costillas, consigue succionar con la oreja la puerta y reculo, abro la puerta.... claro, solo tengo acceso a la parte de abajo de la nevera, es decir las hortalizas, pero el hambre se hace galopante y si no como algo pronto morire, acabo comiendome una cebolla cruda, a bocados , enter lagrimas,me duelen las encias ...pero estoy salvado

No hay comentarios: