Un feliz felino de Fez
duerme con grandes ojos
sobre el cuero
en la tienda del zoco
en el barrio de los curtidores
y por un rato eterno
se dibuja una sonrisa
en la faz de la Tierra.
(La menta siempre lamenta la mentira.
La meta es lamer la teta que da sangre de vida.)
miércoles, 24 de septiembre de 2008
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